sábado, 20 de febrero de 2010

Beijing 2008... mas que unas olimpiadas, la transformación total


Cifras astronómicas fueron comunes, las olimpiadas de los superlativos. Beijing se propuso organizar los mejores juegos olímpicos... y lo logró. Especialistas aseguran que más de 40,000 millones de dólares se invirtieron para llevar a cabo estos juegos, triplicando el costo total de la anterior edición de Atenas 2004.


La carrera por conquistar la sede de unos juegos olímpicos se inicia en 1993, cuando el gobierno de China postula a Beijing como candidata a organizar los juegos de 2000. Desde el principio fue la gran favorita, pero sorpresivamente en la última ronda de votación fue superada por Sydney, la candidata australiana. Es entonces cuando el Comité Olímpico Chino se propuso preparar una candidatura insuperable con miras a convertir a Beijing en la sede de 2008. El 13 de julio de 2001, Beijing se alzó triunfadora y obtiene el derecho a organizar la XXIX Olimpiada de la Era Moderna.


Desde aquel entonces se inicia la transformación de la ciudad, y es justo mencionarlo, las grandes criticas que acompañaron a China durante los 7 años de preparación e inclusive durante la celebración de los juegos. Muchas preocupaciones surgieron por las condiciones climatológicas, el insoportable tráfico vehicular de más de 3 millones de automoviles, la falta de libertades políticas y sociales y un país mega poblado.


A pesar de todo, China inicia los trabajos y poco a poco empieza a silenciar voces, primero al mostrar las impresionantes instalaciones deportivas que serían construidas, un ambicio plan de reforestación, control vehicular, nuevas líneas del metro, una gigantesca red vial renovada, lo último en tecnología para controlar el clima y la gran promesa de ofrecer libertades a todos.

Más que organizar unos juegos, era reoorganizar la ciudad. El área donde fue construido el Parque olímpico, era un suburbio de más de un millón de habitantes que tuvieron que ser reubicados para dar paso a la construcción de los mega estadios que albergarían las competiciones. Estrictas medidas para controlar el tráfico fueron aplicadas, durante la celebración de los juegos, solamente un millón de automoviles tenia derecho a circular, cientos de empresas contaminantes fueron cerradas, millones de árboles fueron sembrados en la ciudad lo que permitió que la ciudad tuviera los niveles mínimos aceptables por la OMS para celebrar los juegos.

Y mucho más interesante fue la tecnología utilizada para controlar el clima, cientos de cohetes eran lanzados a aquellas nubes cargadas de agua para que lloviera antes de que empezaran los juegos y así evitar lluvias durante las ceremonias y competiciones. Un par de semanas antes que iniciaran las olimpiadas la preocupación por la inmensa capa de smock que cubría la ciudad, puso en tela de duda la celebración de muchas pruebas al aire libre. Afortunadamente, esa pesada neblina fue desapareciendo.

Un par de semanas antes de inaugurar los juegos, se inauguró la nueva línea del metro, la red vial fue ampliamente mejorada, el aeropuerto internacional de Beijing se convirtió en el aeropuerto más espectacular hasta ahora construido, con la capacidad de atender a más de 60 millones de pasajeros por año.

Cuando todo, aparentemente, parecía estar en calma, surge una nueva controversia que representó amenaza de boycot de varios países. La gran disputa entre China y el Tibet, el depotismo del gobierno socialista chino hizo que la ruta de la antorcha tuviera que ser cambiada, cientos de protestas, críticas, marchas contra el gobierno de China pusieron en peligro la celebración de las Olimpiadas, pero por encima de todo, el 8 de agosto China demostró al mundo la magnificencia de su organización con los mejores juegos olímpicos de la historia.

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